Seguro que más de una vez has visto muñecas Santoro bolsos mientras paseabas por la calle. O las has podido ver en un monedero, un neceser, un cuaderno, etc. Lo cierto es que esta muñeca tan original y famosa cuenta con una colección propia de la que hoy queremos contarte su origen.
Estas populares muñecas fueron creadas por Suzanne Woolcott, una ilustradora de Glasgow a la que le encantan los retratos. Empezó a dibujar las muñecas para trasmitir sus emociones a través de ellas y enseñar lo que vivió durante su infancia. Todas ellas están creadas sin boca y plasman sentimientos de soledad, pérdida, desamparo, dolor o añoranza.
En todas las ilustraciones se muestra un cierto movimiento debido a los cabellos ondulantes de las niñas, y todo ello pese a la quietud de estas figuras. Sus caras son planas y con unos inexpresivos y diminutos ojos que potencian los sentimientos que desea plasmar. Cada uno de sus personajes se encuentran siempre en primer plano con objetos colocados inteligentemente detrás de ellos. Nada está dibujado al azar y todo tiene un por qué.
En el año 1985, dos ilustradores de Londres pusieron los ojos en el trabajo de Woolcott y pensaron en introducir su trabajo en el mercado internacional. Pero lo que nunca imaginaron es que iban a tomar una de las mejores decisiones de su historia. De hecho, en la actualidad los diseños de las muñecas Santoro se encuentra por todo el planeta.
